martes, 24 de junio de 2008

Juventud a Buscarsela en Vacaciones...

SANTO DOMINGO.- Las opciones de qué hacer durante el verano para los jóvenes de 14 a 17 años son limitadas. Ya son muy adultos para los campamentos, pero aún no tienen edad para insertarse en el mundo laboral. Todo parece indicar que, a menos que viajen, durante julio y agosto, estarán confinados a ver televisión y usar el computador gran parte del día.

No obstante, los meses veraniegos traen consigo bastante tiempo libre, apto para ser invertido productivamente. Al decir de la especialista en gestión de recursos humanos Fior Daliza Pérez, los adolescentes, aunque inexpertos, poseen conocimientos y habilidades importantes que pueden poner en práctica, por ejemplo, en un empleo de verano.

Esta clase de trabajo, explica, es una ocupación de medio tiempo, económicamente remunerada, que constituye su primera experiencia laboral, pero a la vez, respeta las posibles actividades extracurriculares que él o la joven realice en el día.

“Para los empleos de verano, se crean puestos dentro de las empresas, diseñados pensando en los muchachos, con la salvedad de que son menores y no tienen ningún tipo de experiencia previa”, detalla.

Numerosas instituciones del país poseen programas de este tipo, tanto abiertos a todo público, como dirigidos exclusivamente a los hijos de empleados. En el caso de la empresa a la que pertenece Pérez, Centro Cuesta Nacional, los empleos de verano se destinan únicamente a los hijos del personal.

En cambio, un programa abierto a toda la comunidad es, por ejemplo, el que ofrece Domino’s Pizza. En todos los casos, el objetivo principal es hacer un aporte a la comunidad y ofrecer ayuda a los padres en cuanto a qué hacer con sus adolescentes durante las vacaciones.

Padres involucrados
Aunque estas ocupaciones se dirigen a jóvenes entre 14 y 17 años, los adultos deben involucrarse y dar seguimiento al desempeño de sus hijos, tanto en el proceso de selección, como una vez iniciada la labor.

En los empleos de verano hay que ser responsable
Cuando el señor Andrés Llenas permitió a su hijo participar en un programa de empleos de verano, no imaginó los beneficios que ello traería a su vástago. Una vez finalizados los dos meses, notó que cambió la actitud, madurez y forma de ver la vida de Benjamín, de 14 años.

“Cuando se es padre, se tienen muchas responsabilidades; en ese sentido, los trabajos de verano ayudan a enseñar al joven aquellos valores que sólo recibía en teoría y ahora los pone en práctica”, considera.

Por su parte, Benjamín dice que aprendió a trabajar en equipo y adquirió pericias interesantes, como preparar pizza, pues participó en el programa de verano de Domino’s Pizza. Otra joven que vivió la experiencia, Lorena Ruiz, expresa que un valor importante para ella fue aprender a trabajar con clientes y a ser responsable.

Y es que este primer oficio contribuye a cultivar en los adolescentes las competencias que más tarde les harán profesionales exitosos. Pero, ¿cómo saber cuál es el trabajo ideal para su hijo o hija? De acuerdo con la especialista en gestión de recursos humanos, Fior Daliza Pérez, lo prudente es que la empresa evalúe las preferencias del joven y le asigne puestos que vayan acorde con lo que le gusta o lo que piensa estudiar.

“Le preguntamos cuál es su aspiración vocacional y por qué; luego le asignamos a un área afín con la carrera, para que afiance su aspiración o adquiera una visión más realista de su ideal”, indica, al comentar sobre el proceso de selección de Centro Cuesta Nacional.

Esto da como resultado, jóvenes formándose mediante la práctica en áreas como mercadeo, psicología, finanzas, ventas, tecnología o servicio al cliente.

Deberes del trabajo
Quienes participan en un programa de empleos de verano deben pasar por un proceso de selección y reclutamiento, al igual que cada miembro de la empresa. No obstante, de acuerdo con Ismelda Reyes, gerente de Mercadeo de Domino’s Pizza, este suele ser menos riguroso y se toma en cuenta, sobre todo, la habilidad de comunicación del individuo.

De igual modo, la entrevista es generalmente menos exhaustiva y debe enfocarse en la aspiración vocacional del joven. Una vez iniciadas las labores, las exigencias de responsabilidad son las mismas de un empleado regular. “Se les demanda el cumplimiento de las asignaciones, la puntualidad y el buen desempeño”, expresa Reyes. Y es que de no hacerlo así, los jóvenes no aprenderían el sentido del deber ni aprovecharían la experiencia en su totalidad.

Para poder exigir este buen desempeño, la empresa debe asignar al adolescente un puesto que sea capaz de asumir. “Se le dan responsabilidades definidas, que vayan acorde con su edad y conocimiento, esto permite que se le pueda exigir con rigor el cumplimiento de su deber”, apunta Pérez.

fuente listin.com.do

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