SANTO DOMINGO.- Los días de vacaciones están contados. En poco tiempo los pequeños volverán al lugar que durante meses se convertirá en su segunda casa: la escuela. Otra vez a levantarse temprano, a hacer tareas por las tardes, a limitar el tiempo de juego y de ver televisión o jugar en la computadora. La forma en que los chicos asuman este cambio depende mucho de los padres y es importante empezar el proceso de readaptación varios días antes del inicio de la docencia.
“Aunque sólo los niños vuelven a la escuela, todos los miembros de la familia, de una manera u otra, tendrán un proceso de adaptación”, afirma Shirley Pérez, directora del portal Nuestroshijos.com.do.
Retomar la rutina luego de las vacaciones suele resultar estresante para el niño. Sin embargo, si los padres empiezan a crear la atmósfera escolar semanas antes de la vuelta a clases, el pequeño sabrá que habrá cambios y estará listo para asumirlos.
Pérez recuerda que toma tiempo crear la estructura en la cual todo esté listo puntualmente cada mañana. Por eso, los padres deben coordinar con antelación lo relacionado con el transporte, desayuno, meriendas y uniformes, entre otros detalles.
Así “evitarán el caos matutino que se forma en los hogares donde no se toman las previsiones de lugar con tiempo”, dice.
Para Pierina Larrauri, sicóloga escolar, las acciones que permitan al niño iniciar el año escolar de la forma menos traumática posible dependerán de su edad y de su experiencia, es decir, si se trata de su primer año en la escuela o de un retorno a clases.
Preparativos para el regreso a la escuela
¿Qué hacer para que el inicio del año escolar sea lo menos traumático posible para su hijo? Antes de contestar esa pregunta, hay que hacerse otras como ¿qué edad tiene el niño?, ¿se trata de su primera vez en la escuela?
En el inicio de la escolaridad, el niño experimenta angustia al verse lejos del hogar y de sus padres. Éstos o un pariente cercano deberían disponer de tiempo para ir a recoger al menor en caso de que sea necesario que abandone el aula antes de que concluya la tanda.
“Recomiendo que se vaya aumentando poco a poco el lapso de tiempo que ese niño dura en el colegio”, dice la sicóloga escolar Pierina Larrauri. “El primer día, dependiendo de lo angustiado que esté o de lo tanto que llore, se le deja una o dos horas”.
En la medida en que el menor se adapte al colegio, se aumentará el tiempo que permanezca en él.
Si el nuevo alumno tiene más de un año de edad, los padres pueden empezar a involucrarlo en el proceso que precede al inicio de clases. Cómprele lápices de colorear y otros útiles escolares con algún tiempo de antelación y coméntele que los usará en el colegio. Antes del primer día de clases, llévelo al centro educativo para que se familiarice con el lugar, explore y curiosee. A pesar de que la edad de ingreso al colegio se ha reducido bastante, todavía es posible encontrar padres que inscriben a sus hijos por primera vez cuando éstos últimos tienen dos, tres o hasta cuatro años.
A estos niños se les puede ñy debe- dar mayor participación en el proceso. Coménteles, por ejemplo, que en la escuela tendrán una maestra que le va a enseñar mucho, permítales participar en la elección de los útiles escolares, muéstreles su uniforme y tómeles fotos con él... en fin, hágalos pensar en el ingreso al colegio como una experiencia positiva y hasta emocionante.
READAPTACION
Los niños que vuelven al colegio no enfrentan una situación del todo nueva, aunque tal vez tendrán profesores y compañeritos diferentes de los del año anterior. Tras semanas libres en las cuales se multiplica la diversión y se reducen las responsabilidades, a éstos se les hace un poco pesado el proceso de readaptación, especialmente cuando se trata de los horarios y la organización. He ahí, en opinión de Larrauri, el principal punto que los padres deben tomar en cuenta.
Al menos dos semanas antes del inicio de la docencia, empiece a crear en su hijo la rutina de dormirse y levantarse más temprano (es preferible que lo haga gradualmente).
Para la mañana, la sicóloga escolar recomienda preparar actividades que ayuden al menor a retomar el ritmo de estudio: hacer caligrafías, leer cuentos, dibujar...
Shirley Pérez, directora de Nuestroshijos.com.do, portal con consejos y artículos de interés para los padres, les sugiere a éstos elaborar junto a su pequeño un calendario escolar que estipule claramente sus deberes y espacios de descanso. En su opinión, tratar de armar toda la estructura escolar en un dos por tres no tiene buenos resultados.
¿Y qué hacer por los niños más grandecitos? Converse sobre los planes, expectativas y objetivos que tienen frente al nuevo ciclo escolar. Esta acción no sólo los va preparando mentalmente para la vuelta al colegio, sino que también sirve para fortalecer la interacción entre padres e hijos.
Llegado el gran día, el personal del centro educativo tiene la responsabilidad de hacer sentir al niño acogido, por tanto, es muy beneficioso hacer dinámicas de bienvenida, especialmente para los alumnos nuevos.
Ya en el aula, según dice Larrauri, los profesores deben ser pacientes con los más chiquititos. Los niños de 1 a 3 años se adaptan lentamente al cambio de ambiente y sobre todo de profesora. Por eso, en los primeros días, la planificación de clases debe ser flexible.
“El ritmo de clase en un colegio que presta atención a la diversidad va a ir de acuerdo con el ritmo personal de cada niño o niña”, comenta la sicóloga escolar.
fuente listin.com.do
