viernes, 27 de junio de 2008

Cuidado con la Anorexia...

SANTO DOMINGO.- La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que produce en el enfermo la voluntad de dejar de comer para evitar el sobrepeso. Se dice que es nerviosa porque, en su raíz última, es causada por miedos e inseguridades internas. Esta condición provoca que el individuo tenga una imagen distorsionada de sí mismo y se considere obeso, aunque su peso sea el adecuado para su cuerpo o incluso esté por debajo del ideal.

Muchos estudiosos del tema están de acuerdo en que los cánones de belleza de la actualidad (modelos ultradelgadas) contribuyen a la incidencia de la enfermedad; sin embargo, no todas las mujeres que ven a las modelos a través de los medios de comunicación desarrollan anorexia, y es que hay una serie de factores que así lo predisponen.

El reconocido psicoterapeuta y especialista en el tema Steven Levenkron comenta que el 95 por ciento de quienes la padecen es mujer y la cantidad restante de hombres son, en su mayoría, homosexuales.

Indica que la enfermedad generalmente se inicia entre los 11 y 22 años de edad. Las personas anoréxicas no están emocionalmente saludables y a menudo sufren de ansiedad, depresión, baja autoestima y apego, sobre todo hacia los padres.

De acuerdo con Levenkron, la anorexia nerviosa es causada por un problema de identidad; comienza como un intento de conseguir aceptación social a través de la pérdida de peso. “Quienes son de naturaleza obsesiva, rígida y tienen dificultades con su personalidad relativas a la autoestima, la dependencia y la feminidad, se encuentran en muy alto riesgo de desarrollar anorexia”, explica.

Enfermedad que aísla
Cuando el rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado se convierte en una adicción, las consecuencias no son sólo orgánicas, sino también emocionales y sociales. El especialista detalla:

“El deterioro psíquico causado por la pérdida de peso profundiza el desorden y reduce las posibilidades de recuperación con el paso del tiempo. Como parte de los efectos secundarios, la persona desatiende sus vínculos con la familia y los amigos, mientras se obsesiona por conocer las técnicas, ya sean saludables o no, para bajar de peso.”

De igual modo, dice que la percepción errónea de su peso hace que el individuo añada libras y pulgadas a su cuerpo, aunque luzca realmente delgado. Por ello se convierte en un ser introspectivo, difícil de conectar emocionalmente.

La anorexia es el segundo trastorno alimenticio más común, superado sólo por la bulimia. No obstante, ambas están muy ligados y quienes comienzan con anorexia, con frecuencia terminan padeciendo bulimia (adicción a vomitar para no engordar).

La anorexia acarrea fatales consecuencias
Para algunas mujeres, una crisis de autoestima provoca la capacidad de negarse a sí mismas los alimentos, a fin de bajar de peso obsesivamente. Varios factores predisponen a ello, como sentimientos de depresión, una familia disfuncional o la experiencia de abuso sexual. Así lo informa el psicoterapeuta Steven Levenkron.

Este trastorno, conocido como anorexia, provoca muchos cambios biológicos; por mencionar unos cuantos: anemia, adelgazamiento del cabello, descenso en la presión arterial, mala circulación, disminución drástica de la temperatura corporal, carencia del deseo sexual, pérdida de la menstruación y envejecimiento prematuro.

“Cuando el desorden nutricional se prolonga por demasiado tiempo, puede hacerle tanto daño al cuerpo que aunque se recupere, es irremediable el deceso”, advierte el especialista.

El portal Dmedicina.com destaca como otras consecuencias la osteoporosis, estreñimiento crónico, deshidratación y agrietamiento de la piel, uñas quebradizas y coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies, debido a la acumulación de carotenos en las glándulas sebáceas.

De acuerdo con Levenkron, únicamente el 35 por ciento de las personas anoréxicas alcanza la recuperación. En su opinión, las mujeres son enseñadas desde pequeñas a odiar sus cuerpos, mediante la imposición de patrones de belleza no reales y ello provoca que la incidencia de los trastornos de peso e imagen sea tan alta.

Tratamiento
Según entendidos, el mejor remedio para el mal es la prevención, que comienza en el hogar y en la escuela.

“Los padres deben enseñar a sus hijas que ser bonita no es ser ultradelgada; además, tienen que explicarles que las modelos no son tan flacas como se ven, sino que hay trucos de cámara y retoques que las hacen lucir así”, argumenta el especialista. Si ya la enfermedad existe, entonces se puede optar por terapia psicológica, tratamiento farmacológico u hospitalización. El entrevistado aclara que los medicamentos controlan la ansiedad y la depresión, pero no son capaces de curar la anorexia, “solamente facilitan la terapia”, dice.

Por otro lado, opina que la hospitalización es muy costosa y por lo general no asegura una recuperación permanente; el tratamiento idóneo es, pues, la asistencia de un profesional de la conducta que ayude al individuo a vencer sus complejos y cultivar una personalidad sana.

Levenkron enfatiza en el papel de los progenitores, que deben guiar a su hija en el desarrollo de una autoestima sólida. “Más poderosas que las revistas son las madres, que influyen más sobre las hijas que cualquier otra persona”.

fuente listin.com.do

No hay comentarios: